Síndrome del Impostor: cómo identificarlo y combatirlo en la empresa

Si eres líder de un equipo, quizás hayas notado que a alguno de tus colaboradores le cuesta recibir feedback positivo. La humildad es un factor que ayuda a las personas a seguir creciendo y desarrollarse profesionalmente. Pero cuando hablamos de inseguridad, el efecto es todo lo contrario. Es lo que sucede con el Síndrome del Impostor. 

Hoy queremos hablarte de este fenómeno psicológico que afecta al 70% de los empleados y que puede perjudicar a los resultados de la compañía si no se aborda de la manera adecuada. 

¿Qué es el Síndrome del Impostor? 

El Síndrome del Impostor es un estado emocional que fue identificado por primera vez en 1978 por la Dr. Pauline Clance en un grupo de mujeres exitosas. 

Pese a las pruebas objetivas de su triunfante carrera, estas mujeres tenían pensamientos intrusivos continuados que las hacían creer que intelectualmente no estaban a la altura de su posición.  

En consecuencia a este sentimiento de “fraude”, temían ser reconocidas por sus logros, pudiendo sufrir ataques de ansiedad, pánico o depresión. 

Aunque durante mucho tiempo se ha creído que este fenómeno solo afectaba a mujeres en posiciones de alta responsabilidad, lo cierto es que el Síndrome del Impostor es un estado psicológico que puede afectar a cualquier empleado, independientemente de su género o rango. 

Así, las personas con este síndrome tienden a negar que sus triunfos sean por méritos propios y responsabilizan a la surte de su buen desempeño laboral. En otras palabras, creen que su éxito es un engaño y temen sen descubiertos como impostores. 

Tipos de Síndrome del Impostor y cómo identificarlos 

De acuerdo con el estudio realizado por Pauline Clance, existen 5 tipos de Síndrome del Impostor. 

Estos son: 

1. El Perfeccionista 

Se trata de empleados que se fijan objetivos demasiado ambiciosos, lo que les obliga a trabajar más de la cuenta.  

En contra de lo que se pueda pensar, esto no aumenta el rendimiento, sino que lo disminuye, porque los perfeccionistas se centran en exceso en los detalles, frenando el desarrollo y continuidad de los proyectos. 

Una vez alcanzada la meta, en vez de sentir orgullo, les invade un mar de dudas, y tienen la constante impresión de que “podrían haberlo hecho mejor”. 

Al final, este tipo de empleados acaban desarrollando ataques de pánico, ansiedad y Burnout. 

  • Cómo identificar a los Perfeccionistas: 
    • Continuamente retrasan las fechas de entrega. 
    • Tienen dificultades en apoyarse en los miembros de su equipo. 
    • Tendencia al micromanagement. 
    • Sienten presión constante para satisfacer las necesidades de la compañía. 

2. El Experto 

Las personas con esta tipología de Síndrome del Impostor sienten que nunca saben lo suficiente, y temen que el no poder responder a todas las dudas y preguntas los destapen como “fraudes” en su campo. 

En general, estos empleados creen que no tienen la capacidad de hacer las tareas para las que se les ha contratado, y sienten auténtico pánico de defraudar a sus managers y compañeros. 

  • Cómo identificar a los Expertos:
     

    • Siempre dudan a la hora de tomar decisiones. 
    • Constantemente están cursando formaciones, incluso cuando no las necesitan. 
    • Aparecen fricciones si los compañeros intentan aportar ideas. 

3. El Lobo Solitario 

Este tipo de empleados son excesivamente individualistas. Tienen problemas para colaborar con sus compañeros y pedir ayuda porque temen que los demás descubran que no están capacitados para su trabajo. 

En consecuencia, las personas con este tipo de Síndrome del Impostor pueden desestabilizar el buen funcionamiento del equipo, impidiendo que los empleados funcionen como una sola unidad para lograr objetivos en común. 

  • Cómo identificar a los Lobos Solitarios: 
    • Nunca comparten su Know-How. 
    • Tienen miedo de entablar relaciones laborales con las personas de su entorno. 
    • No se comunican de manera transparente con sus responsables. 

4. El Superhéroe 

Los empleados de tipo Superhéroe siempre intentar realizar más tareas del que pueden abarcar. La inseguridad que sienten por su “falta de habilidades” la compensan con una sobrecarga de trabajo que, a medio plazo, perjudica su salud física y mental. 

Aparentemente son personas optimistas, siempre dispuestas a hacerse cargo de lo que nadie quiere hacer, para evitar que descubran su “fraude”. 

  • Cómo identificar a los Superhéroes:
    • Trabajan fuera del horario laboral. 
    • Son los primeros en entrar y los últimos en salir de la oficina. 
    • Nunca hablan de aficiones ni de su vida personal, y todas sus prioridades giran en torno a su carrera profesional.
       

5. El Genio 

Los genios están acostumbrados a que todo les salga bien a la primera. No creen que el éxito esté relacionado con la experiencia adquirida o el esfuerzo invertido. En vez de eso, sienten que el éxito depende de sus habilidades innatas. 

Por eso, cuando se les presentan retos que no dominan, tienden a estresarse y les invade el sentimiento de que no son válidos.  

  • Cómo identificar a los Genios: 
    • Acostumbran a destacar sin mucho esfuerzo. 
    • Los imprevistos les generan ansiedad. 
    • Evitan salir de su zona de confort. 

Cómo combatir el Síndrome del Impostor en la empresa 

Para combatir el Síndrome del Impostor, es importante que como líder seas capaz de nutrir un entorno laboral de seguridad psicológica 

Para ello, es esencial implementar una cultura de feedback donde los empleados puedan expresarse libremente y sin miedo a ser juzgados o rechazados, que es precisamente lo que favorece la aparición de este fenómeno. 

Con la ayuda de un software de Employee Engagement como el de Team Insights puedes: 

  • Enviar encuestas de pulso de forma automática a todos los empleados y evaluar su estado de ánimo y motivación en tiempo real. 
  • Obtener un feedback real y significativo de todos los miembros del equipo. 
  • Identificar las brechas que impiden a los colaboradores desarrollarse profesionalmente. 
  • Averiguar qué aspectos de la empresa son los que más preocupan a los colaboradores y trazar planes de acción realmente funcionen. 
  • Crear hojas de ruta para llevar a cabo reuniones 1:1 mucho más efectivas. 

Para un liderazgo eficaz, es imprescindible conocer a las personas con las que trabajas, cuáles son sus expectativas, y de qué manera se sienten integradas en la empresa. Solo así seremos capaces de tomar las medidas necesarias para evitar que problemas como el Síndrome del Impostor afecte a nuestros colaboradores. 

Si las personas no están a gusto en su trabajo, ni se sienten cómodas y en confianza, es mucho más difícil poder sacar a relucir todo su potencial. 

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