6 maneras de conseguir un ambiente laboral motivador para tus empleados

Crear un ambiente motivador lleno de ideas

Si eres el responsable de un equipo, más de una vez habrás notado que cuando los colaboradores están motivados, su desempeño en las tareas habituales es mucho más eficaz. Numerosos estudios indican que un ambiente motivador es capaz de incrementar la productividad de los empleados de un 20 a un 40%, resultado de una mayor predisposición a conseguir objetivos.

En definitiva, los empleados animados trabajan más y mejor. Por eso, es necesario que los managers y responsables de equipo sepan cómo construir un ambiente laboral estimulante, capaz de mantener a la fuerza laboral en este estado a largo plazo.

¿Por qué es importante la motivación de los empleados?

La motivación es una de las principales palancas de cambio. Es capaz de transformar a los equipos para volverlos más óptimos, eficientes y productivos, tres factores que sirven para empujarlos a conseguir objetivos y superar retos e imprevistos.

También es un importante foco de concentración: cuando los empleados trabajan motivados, se focalizan en sus tareas y persisten en ellas hasta terminarlas. Y, si por casualidad apareciera alguna dificultad en el camino, la motivación les ayuda a pensar fuera de la caja, a ser creativos, y a innovar para encontrar la solución.

Se trata, además, de uno de los factores que ayuda a mejorar la retención del talento: cuando los empleados sienten que pueden crecer y satisfacer sus necesidades dentro de la organización, es menos probable que quieran irse a otro lado.

Ahora bien, ¿Cómo podemos conseguir un ambiente laboral motivador que beneficie tanto a la empresa como a los empleados?

A continuación, te proponemos 6 maneras sencillas de establecer un clima motivante que podrás aplicar a tu organización con menos esfuerzo del que te imaginas.

6 maneras de crear un ambiente laboral motivador

1. Genera un ambiente seguro.

Uno de los errores más frecuentes que comenten los managers es el de utilizar el miedo como estrategia para motivar a los empleados. Si bien puede resultar eficaz a corto plazo, los resultados en el futuro no podrían ser peores.

Amenazar con despidos o devaluaciones en el rango si no se consiguen los objetivos acaba provocando un clima laboral hostil en el que los empleados se sientan inseguros, frustrados, resentidos y, por supuesto, nada motivados. De hecho, a la primera oportunidad de irse de tu lado, lo harán.

Por el contrario, un ambiente laboral que blinde la seguridad psicológica de su plantilla, en el que los supervisores se preocupen por sus empleados y hagan que estos se sientan valorados y respetados se traduce en una fuerza laboral más predispuesta a comprometerse con los objetivos de la organización, y que trabajará con más ganas para conseguirlos.

2. Cultiva un entorno de crecimiento

La motivación puede ser entendida como una semilla que necesita ser regada diariamente. Puede ocurrir que los empleados recién llegados estén muy motivados por demostrar su valía, pero para mantenerlos en ese estado, debemos prestarles la atención que se merecen de manera habitual.

En este sentido, el trabajo de los managers es el de nutrir el ambiente en el que se desarrollan los colaboradores para que estos se sientan cómodos y la motivación pueda crecer cual árbol de su semilla. A cambio, los empleados nos darán el 100% de su potencial.

3. Convierte las palabras en hechos

Uno de los factores más influyentes en un líder es el de mostrarse como un ejemplo a seguir. Por lo tanto, no puedes exigirles a tus empleados un comportamiento que tú no estás dispuesto a desarrollar.

Si quieres que tus colaboradores lleguen a tiempo, sé el primero en llegar. Si quieres que un trabajo esté bien hecho, sé el primero en hacer las cosas bien. Y si quieres que tus empleados estén motivados, conviértete tú mismo en un modelo de motivación que los demás puedan imitar.

4. Haz que el espacio de trabajo sea ameno

Un clima laboral ameno y divertido no quiere decir poco serio o menos profesional. Pero sin duda, lo hará mucho agradable para que los empleados quieran ir al trabajo con ganas.

El aburrimiento es el peor enemigo de la motivación, así que procura reservar espacios en los que los empleados puedan mantener charlas distendidas y entretenerse un rato en su tiempo de descanso.

Esto también incluye la comunicación diaria. Siempre que no estés con clientes importantes y la situación lo permita, puedes relajar el tono en tus conversaciones. ¡No hace falta estar siempre serio! Sé tú mismo y deja que tus colaboradores también lo sean.

5. Utiliza la ley de la atracción

Según la ley de la atracción, aquello en lo que nos concentremos y prestemos atención vendrá a nosotros. Si solo te preocupa la falta de motivación, lo más probable es que a tu alrededor solo veas ejemplos de ello.

Sin embargo, si te centras en tener equipos motivados, lo que buscarás son soluciones que te llevarán a encontrar la forma de aprender estrategias que te permitan crear una atmósfera que la fomente.

6. Sé constante

En una entrada anterior explicamos que el compromiso de un equipo es como una carrera de fondo. Con la motivación pasa igual. Conseguir un ambiente motivador es un proceso en constante evolución, ya que las necesidades de los colaboradores también crecen, cambian y evolucionan.

A medida que los equipos consiguen objetivos, su motivación irá decayendo, y como manager, deberás encontrar la manera de proporcionales nuevos retos que los mantengan on fire. En caso de no hacerlo, lo único que verás es como su llama se va apagando poco a poco.

¿Cómo saber qué es lo que tus equipos necesitan? Team Insights puede ayudarte.

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