Es un hecho conocido que las encuestas son una herramienta fundamental para entender las necesidades, opiniones y percepciones de los empleados en cualquier empresa. En Team Insights, somos conscientes de la importancia de formular las preguntas de encuesta correctamente para obtener resultados fiables y valiosos.
Si quieres que tu encuesta sea efectiva, aportándote la información adecuada para la implementación de medidas específicas y de gran impacto, es imprescindible que las preguntas que hagas estén bien redactadas. Una tarea que parece fácil, pero que en realidad no lo es tanto.
Por eso, en este artículo te mostramos cómo elaborar preguntas de encuesta altamente eficientes y te contamos algunos de los errores más frecuentes que deberías evitar, y ejemplos de cómo solucionarlos.
6 errores en las preguntas de encuesta que debes evitar
Redactar las preguntas de una encuesta es un ejercicio que requiere pensar más allá de lo que quieres preguntar. La clave para un cuestionario accionable que nos proporcione un feedback significativo reside en los pequeños detalles. Detalles que, si pasamos por alto, pueden arruinar por completo la calidad de los resultados y entorpecer nuestro objetivo de mejorar la organización.
Aquí van algunos de los errores más comunes que se cometen en la redacción de preguntas de encuesta y cómo evitarlos:
#1. No usar palabras específicas
Un error común al redactar preguntas para encuestas es el uso de palabras o términos «vagos» o poco específicos. Estas palabras pueden ser interpretadas de manera diferente por cada encuestado, lo que puede dar lugar a respuestas imprecisas o malinterpretadas y, en última instancia, a datos que no son útiles.
Por ejemplo, si preguntas: «¿Estás satisfecho con tu trabajo?», la palabra «satisfecho» puede tener diferentes significados para diferentes personas. Para algunos, puede significar que están contentos con su salario, mientras que para otros puede referirse a tener un equilibrio saludable entre el trabajo y la vida personal.
Cómo evitarlo
Trata de ser lo más concreto posible en tus preguntas. En lugar de utilizar términos vagos o abiertos a la interpretación, aclara exactamente a qué te refieres. En el ejemplo anterior, podrías separar la pregunta en dos: «¿Estás contento con tu salario actual?» y «¿Crees que tienes un buen equilibrio entre tu trabajo y tu vida personal?»
De esta manera, puedes obtener respuestas más claras y precisas, lo que te ayudará a obtener insights más valiosos de tus encuestas.
#2. Caer en la trampa de las preguntas sesgadas
Una pregunta sesgada es aquella que, debido a su formulación, induce a los encuestados hacia una respuesta en particular o sugiere una respuesta «correcta» o «deseada». Esto puede ocurrir de diversas maneras, incluyendo el uso de un lenguaje emotivo, la presentación de opciones de respuesta desequilibradas, o incluso la inserción de suposiciones en la pregunta.
Por ejemplo, la pregunta «¿No te encanta nuestra nueva política de teletrabajo?» sugiere que se espera que al encuestado le encante la nueva política. Ya sea de forma consciente o inconsciente, preguntas de este tipo ejercen presión para expresar una opinión más positiva de la que realmente tienen, distorsionando los resultados de la encuesta.
Cómo evitarlo
Para evitar la formulación de preguntas sesgadas, es fundamental que te esfuerces en mantener una postura neutral.
Tus preguntas deberían permitir a los encuestados expresar su opinión o experiencia sin sentirse influenciados en una dirección particular. Así, en el ejemplo anterior, podrías reajustar la pregunta a: «¿Qué opinas de nuestra nueva política de teletrabajo?» De este modo, la pregunta es abierta y no sugiere una respuesta concreta.
#3. Utilizar preguntas cerradas cuando se necesitan abiertas
Las preguntas cerradas, como las de «sí o no», limitan las respuestas de los encuestados a solo unas pocas opciones, lo cual puede ser útil cuando se buscan respuestas concisas o se desea analizar datos cuantitativos.
Sin embargo, no sirven si lo que pretendes es recoger información más detallada o entender mejor las perspectivas y experiencias individuales. Las preguntas abiertas, por otro lado, ofrecen un panorama mucho más amplio: permiten a los encuestados expresarse libremente y proporcionar respuestas más profundas.
Por ejemplo, una pregunta cerrada como «¿Te gusta trabajar aquí?» solo te proporcionará un «sí» o un «no». ¿Realmente esas respuestas te ayudarán a identificar áreas de mejora?
Cómo evitarlo
Si lo que buscas es obtener una visión más profunda o detallada, es recomendable optar por preguntas abiertas.
Por ejemplo, en lugar de la pregunta cerrada mencionada antes, puedes preguntar: «¿Qué te gusta de trabajar aquí?».
Con este tipo de formulaciones ayudas a los miembros del equipo a compartir sus pensamientos y experiencias de una manera más detallada y personal, obteniendo un feedback más rico que sí te permitirá conocer qué acciones llevar a cabo para maximizar la experiencia de empleado.
#4. No utilizar una escala de valores equilibrada
Cuando tus respuestas están representadas en una escala de valores, es imprescindible que los puntos en esa escala sean igualmente equidistantes. En otras palabras, deben tener la misma distancia conceptual de un punto a otro. Este equilibrio garantiza que cada incremento o decremento en la escala representa un cambio igual en la variable que estás midiendo.
Además, es importante que la escala que utilices para las respuestas cubra de manera exhaustiva todas las posibles opciones o grados de respuesta. Por ejemplo, mira esta pregunta y sus respuestas:
Pregunta: ¿Qué opinión tienes sobre los servicios de [Nombre de empresa]?
- Son muy buenos.
- Son geniales.
- Son fantásticos.
- Son increíbles.
- Son los mejores.
Esta escala de respuesta es inadecuada porque todos los puntos son positivos, y la distancia conceptual entre los puntos puede no ser igual.
Además, «Son muy buenos» es el valor más bajo en esta escala, lo que limita la capacidad de los encuestados para expresar opiniones que puedan ser menos favorables, reflejando de forma poco realista la realidad de la situación.
Cómo evitarlo
Para evitar este problema, debes esforzarte por mantener un equilibrio en la escala de valores que uses para las respuestas de tu encuesta.
Asegúrate de que los puntos en la escala sean equidistantes y que la escala cubra una gama completa de respuestas posibles.
Por ejemplo, una escala de Likert de cinco puntos que vaya de «Muy insatisfecho» a «Muy satisfecho», con «Neutral» en el medio te proporcionará una medición mucho más equilibrada y objetiva.
#5. No hacer preguntas directas
Las preguntas indirectas o ambiguas pueden confundir a los encuestados y dar lugar a respuestas inexactas o sesgadas que limitarían la utilidad de tu encuesta. Además, este tipo de preguntas alargan el tiempo que las personas necesitan para completar el cuestionario, provocando que la participación no sea la óptima.
Preguntas como «¿Podrías compartir algunas de tus experiencias en la compañía?» no tienen un objetivo bien definido. Algunas personas podrán explicarte cómo es su día a día en su puesto de trabajo, y otras te contarán alguna anécdota divertida o reseñable. En ninguno de los casos, la información que obtengas te ayudará a mejorar la gestión de personas.
Cómo evitarlo
Asegúrate de que tus preguntas sean claras y concisas. Si quieres saber cómo valoran tus empleados su experiencia en la empresa, pregúntalo sin rodeos. Utilizando el ejemplo anterior, podrías formular la siguiente pregunta: “Del 1 al 5, ¿cómo valoras tu experiencia de empleado en [Nombre de la Empresa]?”.
#6. No hacer un cuestionario de prueba
Muchas veces, los errores en las preguntas, la lógica de la encuesta o la interfaz de usuario no se detectan hasta que la encuesta ha sido lanzada.
Por ejemplo, es posible que hayas diseñado un conjunto perfecto de preguntas, pero si el formato de la encuesta es confuso los encuestados podrían tener dificultades para completarla, tirando por la borda todos tus esfuerzos.
Cómo evitarlo
La mejor manera de prevenir posibles problemas es siempre realizar pruebas de tus encuestas antes de lanzarlas oficialmente.
En Team Insights puedes utilizar la función de “Envíos de prueba”. Las encuestas que envíes desde esta opción no se registran, ni modificarán los datos de tu organización, y son un ensayo perfecto para garantizar que tu cuestionario funcionará de la manera que esperas.
En conclusión…
Evitando estos errores, podrás recolectar información valiosa y precisa que ayudará a tu empresa a crecer y mejorar continuamente.
Si bien es cierto que podríamos ampliar la lista de malas prácticas, estos seis ejemplos resaltan los errores más comunes al diseñar preguntas de calidad, y los consejos sobre cómo evitarlos te ayudarán a reformular tus encuestas de la manera correcta.
Recuerda: un buen planteamiento de preguntas son la clave para unos resultados útiles y accionables.
Y si quieres profundizar en el diseño de preguntas para encuestas puedes comenzar creando una cuenta gratuita en nuestro software de Team Insights.